Rosalía de Castro, el mar y el Edén perdido
Poco antes de morir, Rosalía de Castro (1837-1885) pidió a su hija que abriera la ventana. Quería ver el mar. Ese mar rugiente y embravecido de Galicia, de sempiterno color ceniza que, sin embargo, era imposible de ver desde su casa de Padrón. Pero ella quería verlo, como si la paz de la partida definitiva…





